Estamos en tiempos de adquisición, de ver que es lo que te hace sobresalir, etiquetas, marcas, estatus, los estándares para pertenecer a cierto nivel, sectorizar, es un bien para los que viven demandando, de explotar, de conquistar terrenos.
Y si hablamos de tiempo atrás, nos vinieron a robar desencadenando, perdida de nuestros valores ancestrales, el despojarnos de nuestras verdaderas raíces arrancándonos lo propio y dejándonos miles de costumbres adoptadas a la fuerza en tiempos de la colonización, por imposición.Ahora nos enorgullece más copiar otros estilos de vida, acentos y otras costumbres, que aprender lo nuestro, perdiéndole el gusto por saber más de nuestras raíces, antes tenían un conocimiento más puro,un calendario más exacto, uso de mucha sabiduría por legado, utilizaban la medicina natural, ahora gastamos cientos de miles por curarnos de las enfermedades, alejándonos de la naturaleza y confiando más en lo que nos vinieron a enseñar.
¿Cuánto vale un Guatemalteco?, ¿Cuánto valen tus raíces?, ¿Cuánto vale lo ancestral?, ¿Cuánto vale nuestra cultura Maya?, adoptada más por nuestros hermanos Méxicanos, porque poseen la Rivera Maya, propiedades que algún día nos pertenecierón, ¿Cuánto Vale el Popol Vuh (El Libro del Consejo, el libro de la comunidad)?.
Hay culturas que profesan reverencia a sus ancestros, tanto vivos como muertos, algunos tenemos a nuestros abuelos y los cuidamos, otros no, hay muchos asilos de personas de la tercera edad olvidados, no dejando que cuenten sus historias quedandose con sus cabezas llenas de nubes blancas, por aquello que fue, no seamos de los que no aprecian lo que tenemos, este territorio sagrado que nos vío nacer, no olvidemos nuestras raíces.
Pensemos que le podemos aportar y que podemos dejar de legado, no le pongamos precio a su sangre ya derramada. Hay cosas que son invaluables como nuestra propia esencia, nuestra identidad no la pierdas.
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