Me atrevo a hablarle a la juventud por que soy joven y mi experiencia me ha llevado a exponer algo que a mi percepción es importante, quiero hacerme entender ante las personas que me escuchan, quiero dar un mensaje a todos aquellos jóvenes que se han dado la oportunidad de escucharme, por que es una experiencia de un joven para otro joven.
El joven actual es sinónimo de rebeldía, y su libertinaje se ha acrecentado en los últimos años por la misma incomprensión social, que va desde la familia que lo educó hasta la familia que forma. En muchos aspectos ésta incomprensión se convierte en prohibición y da como resultado la desobediencia. Esto forma una serie de antivalores que denigran la conciencia del individuo y crea una mala orientación en el aspecto social y cultural.
El joven tiene en sus manos un medio en movimiento tanto en información como en tiempo, por que el sólo hecho de tener la libertad, la facilidad y el poder de congeniar una platica en el momento que quiera, con la persona que quiera, en el lugar que quiera, es infinitamente bueno, pero a la
vez esa accesibilidad conlleva una responsabilidad bastante crítica, que deben tomarse en cuenta por que surgen una serie de mezclas culturales que diversifican el pensamiento humano. Éste cotidiano enlace cibernético al que diariamente se expone un joven debe tomarse con responsabilidad ya que el dominio de manejo que muchas personas en el mundo tienen para influenciar la mente de un joven es motivo de precaución, está de más mencionar la pornografía, el consumo excesivo de drogas, la venta cibernética de ellas y todos aquellos artificios, a veces prohibidos, que caen en manos de jóvenes sujetos a constantes cambios.
Pero atreverse a hablar de la existencia de un bajo nivel cultural es muy fácil, opinar sobre el comportamiento juvenil también es fácil, sin embargo comprenderlo no es fácil, dar un criterio sobre su fundamento tampoco lo es. Y la juventud necesita defender su ideología.
Pero ¿qué piensa un joven?, ¿qué busca?, ¿qué lo hace feliz? En sí cada joven es distinto cada mente vive y piensa diferente, sin embargo la sonrisa de un joven radica la mayoría de las veces en la realización de sus metas a corto plazo, de pequeños sueños que detallan su autoestima, la sociedad critica con dureza su comportamiento e idealismo y la juventud se dedica a sustentarlo con buenos momentos, haciéndole recordar a la sociedad que su rebeldía a logrado su sonrisa.
La juventud está expuesta todo el tiempo a cambios, a actitudes sociales, a compromisos culturales, y su entorno se llena con un control de televisión y un mouse de computadora, es por esto, que declaro esa inconformidad, esa forma tan poco fundamentada y bastante redundante que
diariamente practicamos.
Así que mi mensaje hacia la juventud, hacia los padres, los maestros y todas aquellas personas que de alguna u otra forma tengan algún tipo de comunicación con cualquier tipo de persona y en éste caso con algún joven comprendido o incomprendido le regale la confianza de poder expresarse, le brinde la libertad de poder pensar, le obsequie la duda de poder opinar, y le muestre la aplicación de todos los valores olvidados. Tu como joven, no te limites pero aprende a tomar esa libertad de información y ese coraje y rebeldía con responsabilidad y con honestidad.
Omar Ramírez
Estudiante Universitario
Tallerista Voluntario 2010