Al describir a Guatemala pasan por mi mente muchos calificativos: Hermosa, imponente, majestuosa, llena de sabor, color y belleza.
Cada día hay algo que aprender y admirar de ella, su alma es altiva y maravillosa, pero está padeciendo un cáncer que tú y yo podemos sanar aún.
Cada día hay algo que aprender y admirar de ella, su alma es altiva y maravillosa, pero está padeciendo un cáncer que tú y yo podemos sanar aún.
Tal vez la falta de información te deja lejos de poder ver la realidad pero día a día esté cáncer está avanzando sin compasión y no solamente atacando a Guatemala si no al mundo entero, este cáncer se llama “Contaminación”
¿Recuerdas haber tirado basura por las calles? Yo lo hice alguna vez, creyendo firmemente que esto no afectaría en nada y que alguien más se encargaría de levantarla, y muchas veces puede que sea así pero eso no me quita la responsabilidad de botarla en su lugar, un basurero.
Todos los días, los empleados municipales recogen toneladas de basura y la mayoría de ella proviene de las calles, te das cuenta de la repercusión de que más de un millón de habitantes pensando de la misma manera tiren al menos una vez al día basura en las calles, eso se convierte en más de un millón de basura que recoger, provocando así una contaminación acelerada.
Uno de los efectos devastadores de esta contaminación es que los tragantes de aguas negras transportan estos desechos a los ríos que circundan a la ciudad y éstos la acarrean de igual manera hacia algunos lagos e inclusive al mar provocando daños irreversibles como la extinción de especies marinas y alteraciones climáticas que actualmente están repercutiendo a nivel mundial.
No pienses que esto es exagerado, las estadísticas muestran que si seguimos el mismo ritmo, lo más seguro es que en unos años no podremos abastecernos de agua tanto para el consumo como para uso humano, esto provocará posible mente una guerra Mundial matándonos unos a otros por el vital líquido. Actualmente Guatemala es uno de los países privilegiados en tener este recurso en abundancia pero en algunos lugares ya se está racionando por que mucha de esa agua ya está contaminada.
De seguro te has de preguntar ¿cómo puedo contribuir a acabar con ello? Tenemos la solución en nuestras manos, sólo es de comprender que la naturaleza no es nada sin nosotros, como nosotros no somos nada sin la naturaleza, al destruirla nos destruimos, al sembrarla nos desarrollamos, al cortarla, cortamos nuestro futuro, al cultivarla, cultivamos el futuro de nuestras generaciones.