8 de septiembre de 2008

¿Por qué decir sí en un mundo en donde todo tiene un signo de Q?



Todo trabajo que como personas y profesionales realizamos tiene un valor que deber ser remunerado siempre, sin embargo, es muy importante que los jóvenes logremos apreciar la diferencia entre valor de precio vs. valor de peso. Para ejemplificar esta diferencia me atrevería a citar un anuncio famoso el cual podría decir así:

Realizar los mejores reportes administrativos en tu empresa = Q. 9,000.00
Dirigir un departamento y delegar responsabilidades = Q.12,000.00
Recibir y transferir llamadas y elaborar cartas = Q. 3,000.00
Educar a jóvenes y niños = Q. 4,000.00
Vender cualquier producto = Q. 5,000.00
Ayudar a jóvenes con problemas de depresión, lograr alejarlos de las drogas, el alcohol y el tabaco, y por lo tanto reducir los riesgos de contagio del VIH SIDA, eso….simplemente….NO TIENE PRECIO!!! Pero ¡VALE Y PESA MUCHO!

Tengo 20 años y tomé la decisión de integrarme como voluntaria en esta organización y quiero invitar a Guatemala a que se una.

Los invito a que dejemos de ser espectadores de conciertos de llanto, de noticias de muerte, de películas de suicidio, de obras de rencor y maltrato, de circos en donde la vida y la muerte siempre caminan sobre la cuerda floja o de cuentos de sueños rotos que no tienen fin. Jóvenes guatemaltecos, empresarios, maestros, padres e hijos de familia, ya llegó el momento de dejar nuestras butacas y ponernos de pie, ya es momento de dejar de buscar culpables y dar soluciones, llegó el momento de ser los protagonistas de una historia de cambio.

Nuestro mundo ya no se puede seguir destruyendo, nuestros jóvenes ya no pueden seguir limitando su sueños y su felicidad en una copa de alcohol o en un puro de alguna droga, Guatemala ya no puede, ni debe, seguir cayendo en este abismo que al final nos arrastra y nos afecta a todos, ya no podemos seguir así y te aseguro que está en nuestras manos detenerlo.

El gran semáforo del mundo y de los medios de comunicación dio hace mucho tiempo luz verde a todos los problemas sociales que actualmente nos agobian y que atacan sin piedad a nuestros jóvenes y niños sin distinción alguna.

A los que aún no nos hemos dejado atacar, nos ha puesto luz amarilla como advertencia, de que podemos caer, de que podemos quedarnos parados sin hacer nada y seguir permitiendo que todo siga pasando, o que podemos armarnos de coraje y de valor y juntos cambiar finalmente esa luz de verde a roja y detenerlo de una vez por todas.

Una sola persona puede ayudarnos a marcar la diferencia y con fe incluso podría cambiar al mundo así le tome tiempo, pero definitivamente 10 personas pueden no sólo marcar y hacer la diferencia, sino lograr un cambio diez veces más rápido, los invito a soñar un mismo sueño, los invito a escribir historia, una historia en la que se acaben los antagonistas y todos logremos ser protagonistas, una historia en la que los finales no sean de sufrimiento sino de felicidad, la historia de un mundo digno para nuestros niños, la historia simplemente… de un mundo mejor!

Creemos y sabemos que ser voluntario no tiene precio, pero te podemos asegurar que VALE Y PESA MUCHO, únete y hagamos juntos la diferencia, el ser voluntario no le dará de comer a tu cuerpo pero va alimentar grandemente a tu espíritu, porque el que da sin esperar recibir, recibe mil veces más.
Un abrazo a todos. Guatemala, 08 de septiembre de 2008. Virginia Escobar v.alejandra@yahoo.com